Enfermedades
de trastornos alimenticios
Los
trastornos
de la alimentación,
también conocidos como psicopatología alimentaria, son alteraciones
emocionales que conllevan una preocupación excesiva por el peso y la
figura corporal. Las personas que padecen algún desorden de este
tipo dan importancia obsesiva a los alimentos, alrededor de los
cuales giran todos sus pensamientos, sueños, problemas y su vida en
general.
Tipos:
Bulimia
Es
un trastorno
alimentario y
psicológico
caracterizado
por la adopción de conductas en las cuales el individuo se aleja de
las formas de alimentación saludables consumiendo comida en exceso
en periodos de tiempo muy cortos, también llamados “atracones”,
seguido de un periodo de arrepentimiento, el cual puede llevar al
sujeto a eliminar el exceso de alimento a través de vómitos o
laxantes. El temor a engordar afecta directamente a los sentimientos
y emociones del enfermo, influyendo de esta manera en su estado
anímico que en poco tiempo desembocará en problemas depresivos.
Junto
con la bulimia,
un conjunto de enfermedades
mentales y
uno de los principales trastornos
alimenticios,
también llamados trastornos psicogénicos de la alimentación (TPA).
Lo que distingue a la anorexia nerviosa es el rechazo de la comida
por parte del enfermo y el miedo obsesivo a engordar, que puede
conducirle a un estado de inanición.
Es decir, una situación de gran debilidad ocasionada por una ingesta
insuficiente de nutrientes esenciales. En casos graves puede
desarrollar desnutrición,
hambre,
amenorrea
y
extenuación.
Es
un término acuñado por Steven
Bratman para
calificar como trastorno
alimentario la
obsesión
patológica
por
comer comida considerada saludable
por
la persona, lo que este doctor estadounidense sostiene que puede
llevar a la desnutrición,
incluso a la muerte.
se
utiliza para describir el caso de mujeres y hombres que, obsesionados
por el sobrepeso, se someten a dieta permanente y podrían padecer
anorexia o bulimia en un futuro.
es
un trastorno caracterizado por una preocupación obsesiva por el
físico y una distorsión del esquema corporal (dismorfofobia).
Aunque los varones son los principales afectados por la vigorexia,
también afecta a las mujeres. Existe un aislamiento social y
laboral, ya que este trastorno emocional puede evolucionar a un
cuadro obsesivo compulsivo, al que se suma una alteración
nutricional y metabólica y ante la deformación corporal.





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